Girona está considerada una de las ciudades más bonitas de la península, no tan solo por su patrimonio monumental sino también por su entorno de espacios enjardinados que le dan un toque de romanticismo. Una ciudad harmoniosa donde la piedra antigua convive con la vitalidad de su gente, haciendo que esta sea para muchos el mejor lugar para vivir.
Cuatro ríos cruzan la ciudad: Ter, Güell, Galligants y Onyar, entre estos dos últimos se encuentra el Barrio Viejo, que designa el centro histórico de la ciudad. La entrada a la parte más antigua de Girona es hace a través de diversos puentes que dan la bienvenida al visitante con una escenografía muy colorista. Detrás de esta cortina de colores está la ciudad histórica que se encuentra en los alrededores de la Catedral, constante referente de la ciudad que se levanta sobre uno de los lugares más especiales, el Call Jueu, el antiguo barrio judío de origen medieval que se reconoce por sus características callejuelas estrechas que crean un atractivo laberinto empedrado al lado de las medievales barriadas gremiales que desembocan en la moderna área de la Rambla.
A continuación les proponemos el siguiente itinerario para conocer la ciudad:
La visita empieza en el Puente de Sant Felix, donde se puede contemplar una de las postales más conocidas como son las casas del río Onyar y la Basílica de Sant Felix que nos da su bienvenida. Al cruzar el puente nos encontramos con uno de los emblemas de la ciudad, la leona, donde según la tradición hay que besarla para volver a la ciudad. Antes de entrar en lo que eran los antiguos límites de la ciudad visitaremos la barriada de Galligants donde está el Monasterio de Sant Pere, la capilla de Sant Nicolau y los baños árabes, todas ellas construcciones románicas. El primer edificio que veremos al acceder a la ciudad es la imponente escalinata que sube hasta la catedral, la cual tiene la nave gótica más ancha del mucho. Justo al lado pasearemos por el Call Jueu, el barrio judío que se caracteriza por sus estrechas calles que desembocan en la parte más nueva. La plaça del Vi i la Rambla de la Llibertat, donde de nuevo junto al río acabaremos la visita.
La salida a Girona se puede ampliar a día completo con la visita Besalú, población pintoresca que destaca por su gran pasado medieval muy presente en sus calles y con un impresionante puente que da la bienvenida a sus visitantes.
Otra opción, es visitar el Teatro – Museo Dalí, situado en Figueres, para cambiar de registro y hacer un salto a la vanguardia del arte en este museo ubicado en un antiguo teatro y que todo el conjunto ya es toda una obra surrealista de este extravagante artista.
Los itinerarios son orientativos. Según el tiempo disponible, la tipología del grupo y los intereses de este, la visita se puede adaptar a las necesidades del cliente.
Las entradas no están incluidas.
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